¡Hoy cumplo 4 años!
Me mato.
Había una vez (y hay ahora) una niña hermosa llamada Felicitas, que con inmensa sabiduría, ternura y risas, me enseñó que la vida es bella y el mundo es hermoso, y me llevó de la mano hacia la luz, con destino a la felicidad.
¡Feli, felicitame, hoy pasé de grado!